Ben arribades les XX Jornades de la Taula
Buenas tardes.
Es un honor donar-los la benvinguda a les vintenes Jornades de la Taula Catalana per la Pau i els Drets Humans a Colòmbia.
Son 20 años ininterrumpidos de un escenario que desde un comienzo ha respondido a uno de los principios fundantes de la Taula como es dar voz y propiciar que se reconozca a las iniciativas de la sociedad civil para la construcción de una paz justa, estable y duradera, en contribuir a la visibilización de la labor de defensores y defensoras exigiendo su cuidado y el respeto por sus vidas e integridad, y en insistir en la responsabilidad del Estado en su labor de respetar y garantizar el cumplimiento integral de los derechos.
Aun en los momentos más aciagos de nuestra historia reciente las Jornadas han persistido en abrir espacios plurales que nos sirvieran para encontrar luces y para seguir convocando a la comunidad internacional para que no dejara de tener sus ojos puestos sobre nuestra realidad. Realidad que hace 20 años nos hundía en el dolor y en la desesperanza, y aquí vale la pena anotar algunos hechos que llevamos grabados y que es imprescindible guardar en la memoria sobre todo para prometernos qué nunca más suceda algo así: Bojayá, el secuestro de los diputados de la asamblea del Valle, el asesinato de Monseñor Duarte Cancino, la primera presidencia de Álvaro Uribe y dos meses después la Operación Orión, el Acuerdo de Ralito, y un largo etcétera de ignominias con el denominador común de tener siempre a la población civil en medio de las balas. Sonaba a utopía nombrar siquiera la salida negociada a la guerra, como hemos insistido siempre las mujeres, pero ese ha sido siempre el horizonte que nos ha sostenido.
De hecho, las primeras Jornadas de la Taula se llamaron “La sociedad colombiana y la construcción de la paz” un leit motiv que nos ha seguido acompañando mientras cada año se buscaban nuevos temas que han pasado por hablar sobre la tenencia de la tierra, sobre las mujeres como víctimas pero ante todo como constructoras de paz, sobre el papel de la comunidad internacional pero también sobre la presencia de las transnacionales y de la inversión catalana en nuestros territorios, desde un comienzo se acompañó al proceso de La Habana y su resultado, el Acuerdo de Paz, se han hecho balances, se ha insistido en no callar defendiendo a quienes nos defienden, se han escuchado muchas voces hasta aquellas que ha costado dificultad comprender.
Junto a la palabra Paz, la más escuchada ha sido Reto. Este año no es la excepción, acceder a una vida digna y feliz será siempre un reto y un esfuerzo profundo, pero hoy nos acompaña otra palabra que nos ilumina, la Esperanza. Estamos viviendo un momento inédito de país que nos convoca a ser parte, a avanzar con certezas y a profundizar en la mirada crítica, pero ante todo propositiva y constructiva. Muchas personas de varias generaciones estamos viviendo un momento histórico que pensábamos que no nos iba a tocar, por eso estas Jornadas son también una celebración, una fiesta sin perder la rigurosidad en el análisis y la escucha activa de las voces de las organizaciones sociales y también de las propuestas de políticas públicas que nos representen.
La Taula la conformamos 31 entidades comprometidas con Colombia, con su memoria, su presente y su futuro, a cada una de ellas agradezco su entrega y dedicación. Y es imprescindible nombrar y agradecer a la Secretaría técnica y al resto del equipo porque sin ellas este enorme esfuerzo no fructificaría.
Reciban de nuevo una cordial bienvenida deseandonos una magníficas Jornadas.